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13
Abr

 

ADOLESCENCIA

Durante la pubertad, el cuerpo está sometido a un cambio enorme, a una verdadera metamorfosis.

Los  cambios hormonales y el crecimiento rápido suponen una realidad que hace que el adolescente no se reconozca ni como niño ni como adulto. Es una época psicológicamente «turbulenta», aunque cada cual la vive de manera diferente.

El adolescente tiende a separarse de la familia, a desarrollar una identidad psicológica y una identidad sexual y a integrarse en un grupo con el que se siente mas identificado que con la familia.

Es la época de mayor peligro de iniciarse en hábitos no saludables.

Es la fase de llevar la contraria a los padres de manera sistemática.

En realidad, si se sienten respetados y queridos, siempre buscarán en la familia seguridad y orientación.

En esta etapa comienzan las relaciones sexuales y hay que estar atentos y advertirles tanto sobre embarazos indeseados como a cerca de infecciones de transmisión sexual.

También en esta edad descubren su orientación sexual y los jóvenes homosexuales pueden experimentar tensiones especiales sobreañadidas a las normales de esta etapa.

Los adolescentes necesitan tener claros sus normas y sus límites.

Lo mejor es involucrarlos en el establecimiento de esos límites y esas normas.

ADULTO JOVEN

Esta etapa se caracteriza por la preocupación por la intimidad y por establecer una relación de pareja significativa y duradera.

Además es el momento de integrarse en la vida laboral ejerciendo una profesión.

Lleva esta etapa la adaptación a varias cuestiones:

 A la vida en pareja.

 A la familia de la cual procede cada miembro de esa pareja.

 A la vida profesional (jefes y compañeros) a administrar una independencia económica.

A la decisión de tener o no tener hijos.

Parece que una pareja con éxito se basa en:

Llevar una convivencia donde la autoridad sea compartida.

Exista respeto mutuo y franqueza satisfactoria.

Se valoren adecuadamente similitudes y diferencias.

En saber mantener una independencia compartida voluntariamente.

La idea de familia ha cambiado.

Las familias pueden ser monoparentales con o sin hijos, homosexuales con o sin hijos, heterosexuales con o sin hijos, etc.

Tanto en unas como en otras pueden aparecer diversos problemas tales como:

De índole económica.

Compaginar el trabajo de los dos miembros de la pareja fuera de casa y el cuidado de los hijos.

Las rupturas de parejas.

O los hombres que deben quedarse en casa al cuidado de los hijos mientras la mujer trabaja.

Lo que parece claro es que el cerebro humano está capacitado para adaptarse a cualquiera de los cambios que se dan a lo largo de esta o cualquiera otra de las etapas de la vida.

 

El Tema: Adolescencia. Adulto joven. Etapas del Desarrollo Humano, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es

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