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08
Ene

 

Rectocele

El Rectocele se trata de la existencia de una Protusión o Abombamiento del Recto dentro del conducto Vaginal.

Hay una pared de tejido fibroso, llamada fascio, que separa la vagina del recto. Si esta pared se rompe o se debilita por cualquier causa, puede aparecer el Rectocele.

A veces le acompaña de Cistocele (caída de la vejiga) o de Prolapso de Útero.

Causas del Rectocele

Pueden ser varias. Las más frecuentes e importantes son:

Predisposición genética.  Cuando una mujer  haya nacido con músculos y fascias del suelo pélvico débiles en mayor o menor intensidad.

Edad.  Los músculos en general se debilitan con la edad y también los del suelo pélvico

Menopausia.  La mujer tras la menopausia produce menos estrógenos y la falta de influencia de estos sobre los músculos hace que se vayan debilitando con el paso del tiempo.

Obesidad.  Por presión adicional sobre el suelo pelviano. A mayor obesidad mayor presión y más debilitamiento muscular

Parto.  Incluso un parto normal debilita la musculatura pelviana, si esta no se ejercita después para recuperarla, pero además hay eventos que favorecen especialmente esa debilidad como:

Si la mujer es multípara, o sea con partos numerosos.

Si el feto es de gran tamaño.

Partos múltiples (gemelos, trillizos,…etc).

Partos complicados y uso de fórceps o ventosa.

Desgarros del periné durante un parto complicado.

Cuando hay esfuerzos que aumentan la presión intraabdominal y que pueden ser producidos por:

Cargar pesos excesivos y de manera continuada.

Estreñimiento crónico pertinaz.

Tos crónica de diversas causas.

Cirugía pélvica, especialmente si se trata de  histerectomía  o extirpación del útero.

Clasificación del Rectocele

Los Rectoceles pueden ser anteriores o posteriores.

– Los anteriores son los más frecuente y a su vez pueden ser:

Superiores.   Los superiores generalmente se asocian a prolapso uterino.

Medios.   Con menos frecuencia se asocian a prolapso de útero.

Inferiores.    Estos y los medios son más frecuentes y suelen producirse por traumatismos en el parto.

– Los Rectoceles posteriores son menos frecuentes y suelen deberse a problemas de defecación (estreñimiento).

Tipos de Rectoceles

Pueden ser de tres tipos fundamentalmente.:

Tipo I.  Implica dificultad para defecar sin prolapso rectal evidente.

Tipo II.    Ya hay presencia de prolapso.

Tipo III.   El recto ocupa la cavidad vaginal.

Síntomas de Rectocele o Prolapso de Recto

El síntoma más evidente es la aparición de un bulto blando que sobresale por la vagina.

Suele acompañarse el Rectocele de estreñimiento por compresión del recto.

La paciente puede presentar indistintamente estreñimiento o incontinencia de heces.

Hay un dolor de espalda casi permanente que desaparece al acostarse.

Las relaciones sexuales le resultan dolorosas a la paciente.

Con la orina, al igual que ocurre con las heces, puede haber igual incontinencia de orina que dificultad para orinar.

Otro síntoma relacionado con las heces es la falta de una evacuación total del recto tras defecar.

Alrededor del 25% de los casos, la paciente para poder defecar debe presionar manualmente sobre el Rectocele.

Diagnóstico de Rectocele

Por la  Historia Clínica y la exploración, valorando los síntomas y signos descritos.

Es imprescindible un examen manual ginecológico.

Se puede realizar una Defecografía con Bario para marcar el contorno del recto.

Resonancia magnética de abdomen y pelvis.

Fibroscopia del suelo pélvico.

Estudio de la pelvis con Ultrasonidos.

Manometría anorectal.

En ocasiones es preciso hacer estudios de tránsito intestinal.

El especialista indica cuales de estas técnicas se deben realizar para estudio de vagina, vejiga, recto y útero, dependiendo de las características y situación, grado de afectación y estado general de cada paciente.

Tratamiento

Depende del grado que haya alcanzado le Rectocele.

En las formas más leves, es decir, de menor tamaño, se puede realizar:

Terapia de bioretroalimentación, que consiste en enseñar a la paciente una serie de ejercicios pélvicos que debe realizar para poder evacuar mejor el intestino.

Se suelen utilizar Estrógenos para evitar que el Rectocele empeore.

Un Pesario colocado dentro de la vagina puede sujetar adecuadamente el  Rectocele siempre que éste no haya alcanzado un gran tamaño.

La cirugía está indicada en casos avanzados de Rectocele. Tiene como objetivo reparar las paredes de la vagina y que el recto vuelva a su posición anatómica normal.

Prevención del Rectocele

Evitar aumentar la presión en el abdomen.

No levantar objetos pesados.

Corregir el  estreñimiento en lo posible.

Corregir la tos crónica, si la hubiera.

Hacer ejercicios con frecuencia, especialmente dirigidos a fortalecer el suelo pélvico.

Tomar líquidos abundantes (para corregir el estreñimiento).

Alimentación rica en fibra.

Evitar la obesidad o el sobrepeso.

 

El Tema: Rectocele. Prolapso de Recto, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es

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