Cáncer de Vejiga. Síntomas. Diagnóstico. Pronóstico y Tratamiento

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Cáncer de Vejiga

Del total de los Cánceres de Vejiga y en función del tipo de células de los que están formados se sabe que son de los siguientes tipos:

    El 90% de los Cánceres de Vejiga son Carcinomas Uroteliales.

    El 5% de los cánceres situados en la vejiga son Carcinomas Escamosos.

    Menos de un 2% de estos cánceres son Adenocarcinomas.

El Carcinoma Urotelial de vejiga, o sea, el más frecuente, es además el segundo tumor maligno más frecuente en todo el tracto urinario y la segunda causa de muerte por tumores genitourinarios.

Un factor de riesgo conocido de este tipo de cáncer es la exposición laboral a aminas aromáticas, que puede darse en los trabajadores de industrias tales como imprentas, en pinturas industriales, en procesado de aluminio, en el manejo de gas y de alquitrán, etc.

También se conoce que el tabaco triplica el riesgo de padecer Cáncer de Vejiga y una vez que se padece va a hacer que aumente su mortalidad.

Síntomas de Cáncer de Vejiga

   La hematuria o presencia de mayor o menor cantidad de sangre en la orina, es el síntoma más frecuente.

   Se ha comprobado que alrededor de un 75% de los pacientes con Cáncer de Vejiga, antes de ser diagnosticados de la enfermedad, ya presentaban hematuria intermitente desde hacía tiempo.

Pronóstico de Cáncer de Vejiga

El pronóstico del Cáncer de Vejiga depende de una serie de factores. Los más importantes se enumeran a continuación:

    Que el tumor sea único, o que existan ya varios tumores en el momento del diagnóstico.

    De la proliferación tumoral existente.

    Del tamaño del tumor. Cuanto más grande y más extendido es peor el pronóstico.

    Si se repite a los tres meses, después de haberle aplicado el tratamiento correcto protocolizado cuando se hizo el diagnóstico.

    Tipo anatomopatológico, o sea, tipo de células de las que está formado el tumor.

    Si hay o no invasión de ganglios cuando se le diagnostica.

    Coexistencia o no con otra lesión displásica o carcinoma in situ.

    Si en su extensión además de los ganglios ha invadido ya los vasos linfáticos de forma generalizada.

    Dependiendo del patrón de crecimiento vascular.

Diagnóstico del Cáncer de Vejiga

El diagnóstico de esta enfermedad como el de cualquier otra se va a llevar a cabo mediante:

    La realización de una historia clínica exhaustiva, con una valoración minuciosa de los síntomas que refiere el paciente y el tiempo de evolución de esos síntomas.

    Realizar una exploración general adecuada y sobre todo una exploración local, dirigida al aparato génito- urinario.

    Analíticas lo más completas posible de sangre y de orina, que incluyan marcadores tumorales.

    Pruebas dedicadas a la exploración específica del aparato génito- urinario tales como pueden ser:

    Una Urografía renal y vesical.  Una urografía intravenosa.

    Cistoscopia. Tomografía axial computarizada o TAC, o Resonancia Magnética.

    Biopsias para obtener muestras del tejido de la vejiga que está alterado y someterlo a examen en el laboratorio de anatomía patológica.

Estas pruebas, generalmente no es necesario realizarlas todas en todos los pacientes, sino que el especialista pedirá en cada paciente las que se consideren más indicadas y convenientes.

Tratamiento del Cáncer de Vejiga

El tratamiento de elección para los pacientes con Cáncer de Vejiga es quirúrgico. Las técnicas que se utilizan son distintas dependiendo de una serie de circunstancias que se mencionan a continuación:

    Si el tumor no invade aún los músculos de la vejiga.

    Si el tumor invada ya el músculo de la pared de la vejiga.

    El tamaño que ya tiene el tumor en el momento de iniciar el tratamiento.

    Del tipo anatomopatológico, o sea del tipo de células de las que está formada el tumor, que pueden ser de una gran malignidad o de menor malignidad.

    Si el tumor es recidivante, o sea si se ha repetido después de haber hecho el paciente el tratamiento adecuado y durante el tiempo conveniente.

   Cuando el paciente presenta o no metástasis en otras zonas del cuerpo en el momento de iniciar el tratamiento.

    Si existe o no por parte del tumor, invasión de estructuras y órganos contiguos a la vejiga.

Posteriormente a la intervención quirúrgica, se pueden aplican quimioterapia y/o radioterapia.  El que se decida o no aplicar estos procedimientos terapéuticos va a depender también de los factores ya señalados para aplicar el tratamiento en general.

El Tema: Cáncer de Vejiga. Síntomas. Diagnóstico. Pronóstico y Tratamiento, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es