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13
Jul

 

Fiebre Tifoidea

La Fiebre Tifoidea es una enfermedad producida por varias especies de la bacteria Salmonella, sobre todo por la Salmonella Typhi.

La vía de propagación inmediata es el agua o los alimentos contaminados por un portador humano.

Los portadores crónicos son preferentemente personas mayores de 50 años, sobre todo mujeres, que en muchos casos tienen cálculos biliares. La bacteria habita en la bilis, llega al intestino, se expulsa con las heces y así contamina agua y alimentos.

Síntomas

El periodo de incubación de la enfermedad es variable, de 2 a 60 días, dependiendo de la cantidad de gérmenes y del estado de la inmunidad de la persona que se contagia.

La enfermedad se manifiesta con fiebre muy elevada (40-41 ºC) que se puede prolongar hasta 6 u 8 semanas en enfermos que están sin el tratamiento adecuado.

Junto a la fiebre hay cefalea intensa, escalofríos y malestar.

Los primeros síntomas intestinales son estreñimiento en adultos y dolor abdominal. En niños suele haber diarrea y hepatoesplenomegalia.

Al principio aparece epistaxis (sangre en la nariz) y unas manchas rosadas en tórax y abdomen.

Suele evolucionar bien si es tratada pronto. Si no lo es, pueden aparecer complicaciones como:

Perforación intestinal.

Hepatitis, nefritis, orquitis, osteomielitis, meningitis, miocarditis o neumonía.

Incluso coagulación intravascular diseminada en los casos más graves.

Hay salmonellas resistentes a antibióticos, en países endémicos, lo que empeora el pronóstico de la enfermedad en estos lugares.

De un 3 a un 5 % de los pacientes se van a convertir en portadores asintomáticos durante toda su vida.

Muchos portadores no tienen antecedentes de Fiebre Tifoidea porque posiblemente han pasado una enfermedad leve que no fue diagnosticada.

Diagnóstico de Fiebre Tifoidea

Además de los síntomas clínicos, en la analítica de sangre se suele observar disminución de leucocitos a expensas de los neutrófilos.

El diagnóstico definitivo se hace mediante aislamiento de la bacteria por cultivo de heces.

Hay que diferenciar la Fiebre Tifoidea de otras enfermedades con síntomas parecidos como son; brucelosis, mononucleosis infecciosa, hepatitis vírica, paludismo, linfoma, tularemia o tuberculosis biliar.

Tratamiento

Generalmente el Cloranfenicol es el tratamiento de elección, aunque se puede utilizar amoxicilina, ciprofloxacino u ofloxacino.

El cloranfenicol se usa en algunos lugares con reticencias, dado el posible efecto secundario de anemia aplásica.

Prevención

La mejora de la depuración de las aguas y de los servicios sanitarios de eliminación han contribuido de forma decisiva al descenso de la enfermedad.

Para quienes viajen a países endémicos es eficaz la vacunación.

La Fiebre Tifoidea es una enfermedad de declaración obligatoria.

Los enfermos deben ser vigilados por si se convierten en portadores y hay que hacerles tratamiento para que no sigan propagando la enfermedad.

 

El Tema: Fiebre Tifoidea. Qué es la Fiebre Tifoidea, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna, para publicar en: www.tumedicoaltelefono.es

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