Coronavirus, COVID -19

Se sabe que ha pasado de animales al hombre, pero no se conoce definitivamente su origen aunque existan muchas teorías al respecto.

Se trasmite de persona infectada a persona sana, por las gotitas que se emiten al toser o estornudar, y que además pueden quedar depositadas en superficies que otras personas tocan y de forma indirecta se contagian al llevarse luego las manos a la boca, nariz u ojos.

Los niños, en general, padecen una enfermedad leve o no tienen síntomas, pero son un potente vector de trasmisión y contagio.

Afecta más a personas mayores y, sobre todo, si tienen otras patologías añadidas, aunque también hay personas jóvenes con enfermedad grave y con complicaciones.

Parece que las personas que han pasado la enfermedad pueden ser contagiosas durante 1 – 2  semanas después de la recuperación.

Tienen capacidad de mutación, como todos los virus, y la última cepa detectada tiene más capacidad de contagio, pero parece que la enfermedad que provoca no es más grave. Aunque a más número de personas contagidas, porcentualmente habrá más complicaciones e ingresos hospitalarios.

 -Hay personas adultas que se infectan y no presentan ningún síntoma pero que son contagiosas.

 -Hay personas que tienen síntomas leves de catarro común con moquillo, carraspera o tos leve, febrícula y malestar.

 -Otras personas pasan una enfermedad más importante, como una gripe, con fiebre alta, dolor de cabeza, tos seca, dolores musculares y articulares… que necesitan tratamiento pero no requieren hospitalización. Y para quienes se han habilitado los teléfonos especiales. De esa manera no acuden a centros sanitarios y no contagian.

 -Por fin, hay un grupo pequeño, pero mayor que en una gripe, que tienen complicaciones respiratorias graves, generalmente neumonías, que necesitan hospitalización. Y en muchos casos estancia en unidad de cuidados intensivos.

En este grupo es donde hay mortalidad elevada, en porcentaje mayor que en la gripe y, como en esta, suele ser en personas mayores y afectadas de otras patologías. pero tiene que pasar un tiempo, hasta que haya un recuento más aproximado de casos, para poder establecer el índice real de mortalidad total.

La mayor complicación en estos pacientes es la aparición de una coagulación intravascular diseminada, a nivel de cualquier órgano, que parece es lo que provoca la mortalidad. En cambio en niños se manifiesta por lesiones en piel, autolimitadas, únicas o múltiples, sobre todo a nivel de extremidades, sin otra sintomatología.

El índice de mortalidad en España, de momento, es elevado porque han aparecido muchos  focos de infección en residencias de mayores, que además de la edad avanzada, en general, cuentan con numerosas patologías.

No existe un tratamiento específico para este virus, igual que para muchos otros. Aunque se está probando con varios fármacos de los que, hasta ahora, ninguno ha demostrado verdadera eficacia.

El tratamiento es a base de antitérmicos, (se recomienda no utilizar antiinflamatorios), antitusígenos… Y en los casos graves las medidas de soporte vital de una UCI, o de una hospitalización rutinaria.

En este tipo de enfermedades lo importante es la PREVENCIÓN.

Con medidas higiénicas en primer lugar, lavándose las manos con frecuencia. Toser en el codo o en pañuelos desechables. No manosear superficies. Y en este caso, pues se ha decretado estado de alarma, aislarse.

Puede que al final muchos terminemos infectándonos. Pero que sea a lo largo del tiempo, no de golpe.