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28
May

 

Encefalopatía del Recién Nacido o Encefalopatía Hipóxico-Isquémica

Por Encefalopatía Neonatal Hipóxico Isquémica se entiende el conjunto de signos neurológicos que aparece en el recién nacido inmediatamente después del parto, por privación de oxígeno debida a un limitado fluido de sangre al cerebro del bebé durante el momento del nacimiento.

El resultado va a ser una lesión cerebral por la muerte de múltiples neuronas, de la que puede resultar deterioro de la alerta y de la capacidad de despertar, alteraciones en el tono muscular y en las respuestas motoras, parálisis cerebral y otros trastornos cognitivos y de desarrollo.

Cuanto mayor sea el daño cerebral recibido más deficiencias va a presentar el bebé en el futuro. La severidad de las lesiones ocasionadas depende de la duración de la anoxia, provocando daños irreversibles si este es superior a los 4-5 minutos.

Causas

Puedes ser muy diversas

Afecciones de la madre antes del parto como:

Hipertensión arterial, Diabetes mellitus.

Restricción del crecimiento intrauterino.

Alteraciones durante el trabajo del parto y el parto:

Alteraciones del cordón umbilical y de la placenta, Disdinamias uterinas.

Desproporción cefalopélvica, Traumatismo del parto.

Factores posteriores al parto tales como:

Cardiopatía congénita con hipoxemia o bajo gasto cardíaco.

Trastornos respiratorios graves, Apnea recurrente y estado de choque.

Síntomas

Los síntomas al nacimiento consisten en una disfunción neurológica aguda de gravedad variable. Y se caracteriza por dificultad para despertar o mantener la vigilia, dificultad para iniciar o mantener la respiración, alteración del tono muscular y de las respuestas motoras, de la reactividad y los reflejos, de la capacidad de alimentación y, con frecuencia, convulsiones.

La Encefalopatía perinatal grave en el recién nacido mayor o igual a 35 semanas de gestación, constituye una importante causa de morbi-mortalidad y tienen un riesgo de muerte del 60%. Prácticamente la gran mayoría de los que sobreviven tendrán discapacidad permanente.

Los neonatos con HEI moderada presentan un riesgo de muerte del 10% y, entre los supervivientes, un 30-40% presentarán discapacidad permanente de gravedad variable.

Se calcula que la EHI es responsable del 20% del total de niños con parálisis cerebral.

Durante las primeras horas, se realiza la evaluación clínica del estado neurológico y de la actividad eléctrica del cerebro (electroencefalograma integrado por amplitud, EEG). En base a esta evaluación se decide si se precisa tratamiento de hipotermia.

En las siguientes 72 horas, la monitorización continua con el electroencefalograma, la ecografía cerebral Doppler y, en ocasiones, el análisis del líquido cefalorraquídeo, permiten dar información a los padres del nivel de gravedad del bebé.

A partir de la semana de vida, habitualmente se realiza una resonancia magnética que permite mayor información respecto a si hay daño cerebral o no, la extensión y gravedad del mismo, si lo hubiese.

En general los síntomas dependen de la zona del sistema nervioso afectada y de la mayor o menor amplitud de la lesión.

Clasificación

Clasificación antes de los 2 años

1 -El niño es capaz de sentarse y mantenerse sentado con las manos libres para manipular objetos. El niño gatea sobre manos y rodillas, se pone de pie y da pasos agarrándose a los muebles.

2 -Se mantiene sentado en el suelo, pero puede necesitar las manos para apoyarse y mantener el equilibrio. Repta o gatea con manos y rodillas y puede ponerse de pie y dar pasos, agarrándose a los muebles.

3 -El niño se mantiene sentado en el suelo con apoyo lumbar y puede reptar y darse la vuelta.

4 -Necesita apoyo en el tronco para mantenerse sentado, sujeta la cabeza de manera suficiente y puede darse la vuelta.

5 -No existe control de cabeza ni tronco contra gravedad y el niño necesita la ayuda de un adulto para darse la vuelta.

Clasificación para niños de 2 a 4 años:

1 -El niño es capaz de sentarse y mantenerse sentado con las 2 manos libres para manipular objetos. Gatea sobre manos y rodillas, se pone de pie y da pasos agarrándose a los muebles.

2 -Se mantiene sentado en el suelo, pero puede desequilibrarse cuando manipula objetos. Se sienta y se pone de pie sobre una superficie estable agarrándose a algo. Gatea con manos y rodillas, pasa de un mueble a otro agarrándose y para desplazarse utiliza ayuda.

3 -El niño se mantiene sentado adoptando frecuentemente una posición en rotación interna de las caderas y las rodillas flexionadas y puede necesitar ayuda para sentarse. Para desplazarse repta o gatea sobre manos y rodillas y puede agarrarse a algo para ponerse de pie y recorrer distancias cortas con andador y la asistencia de un adulto.

4 -El niño no puede alcanzar la posición de sentado sin ayuda y no es capaz de mantener el equilibrio sin usar las manos para apoyarse. Suele necesitar adaptaciones para estar sentado y mantenerse de pie. Para desplazarse se voltea, repta y gatea con manos y rodillas. 

5 -Las deficiencias limitan el control del movimiento y la capacidad de mantener cabeza y tronco erguidos. Tiene limitaciones para sentarse y ponerse de pie, no es independiente para desplazarse y tiene que ser transportado. Algunos niños logran ser autónomos para desplazarse usando una silla de ruedas eléctrica. 

Evolución

Está en función de la gravedad de la lesión y sea peor cuanto más grave y más extensa sea aquella.

Tratamiento

Los niños con EHI necesitan la atención de un equipo multidisciplinar. Siempre es conveniente que un miembro de este equipo sea el encargado de coordinar el seguimiento y establezca una relación más frecuente y estrecha con la familia.

En el momento del nacimiento se han de realizar cuidados de soporte general como:

Mantener una oxigenación y ventilación adecuadas, mantener la tensión arterial normal, evitar la sobrecarga de líquidos.

Tratar las alteraciones metabólicas y la afectación multisistémica, y mantener cifras de glucemia.

Evitar la hipertermia que puede agravar el daño cerebral.

Tratamiento de las crisis convulsivas enérgicamente con monitorización continua.

No se ha demostrado la eficacia terapéutica de intervenciones antiedema como el manitol y/o los corticoides.

Someterlo a hipotermia moderada (33,5-35ºC), iniciada antes de las 6 horas y mantenida durante 72 horas, parece ser una técnica protectora en el global de neonatos.

La información exacta a los padres y su colaboración e implicación en los cuidados del niño van a ser fundamentales para su desarrollo y supervivencia.

Posteriormente el tratamiento será el adecuado a las condiciones y capacidades del niño, con las modificaciones necesarias en el trascurso del tiempo.

 

El Tema: Encefalopatía del Recién Nacido. Causas y Tratamiento, ha sido revisado, elaborado y resumido por la Dra. María Julia Romero Martín, Especialista en Medicina Interna y Neurología, para publicar en:  www.tumedicoaltelefono.es

 

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